Un depósito de relaves es toda obra estructurada en forma segura para contener los relaves provenientes de una planta de concentración húmeda de especie de minerales. Dependiendo de cómo estos son procesados, transportados, descargados y almacenados, los depósitos de relaves resultantes se pueden dividir en dos tipos: depósitos de relaves no convencionales (espesados, o pasta y filtrados) y tranques de relaves convencionales. En este caso se trabaja con estos últimos, los cuales poseen muros de contención conformados con los suelos más gruesos, se descargan y distribuyen hidráulicamente.
Respecto al diseño geotécnico de los muros para estos depósitos de relaves, se debe tener en consideración las dimensiones del depósito; altura, taludes, pendientes del relave y ancho de coronamiento del muro. Además de conocer la información de posibles depósitos adyacentes en un radio de 500 m, con sus respectivas dimensiones geométricas.
Sin embargo, también se examinan características especiales, como:
- El tipo de transporte desde el concentrado al depósito (tubería, canal u otro).
- Método de clasificación de los relaves (si el proyecto lo requiere).
- Balance de masas del relave.
- Sistema de depositación de arenas y lamas.
- Sistemas de drenaje y recolección de las aguas percoladas de los muros.